CAPITULO 7

Pasaban los días y en el pensamiento de Lea solo se veía Eric.
El mejor amigo de Eric, Alberto estaba hablando con las amigas de Lea; Laia y Eva.
- Tu y Lea sois muy amigos, pero... a ti te gusta?- Dijo Eva
- Se lo dirás?- Dijo él.
- No.- Respondió.
- Me gusta, es mas, la amo con todo mi corazón.
- Pero.... ella aun esta persando en Eric.- Contestó Laia.
- Me da igual, Eric es mi amigo pero yo a ella la quiero demasiado. Estoy todo el día pensando en ella y recordando su risa y sus miradas que me hacen infinitamente feliz.
- Alberto tu quieres una relación seria con ella o no? -  Preguntó Laia.
- Si! Claro! Voy muy enserio y no la quiero perder! Para mi, ella lo es todo en este mundo! Hacedme un favor.  Decidle que vaya a la fiesta de Roger.
- Ya le diremos, pero y si no va? Dijo Eva
- Tu haz que vaya, si tu vas, ella va.- Le contestó.
- Pero, Alberto, y si no va que harás tu?- Le preguntó Laia.
- Si no va, juro llevarle un ramo de flores grandioso a su casa para que descubra todo lo que siento por ella. - Le respondió.
- Si... pero... esos ramos valen mucho dinero... Como lo harás?
- Voy a empezar a ahorrar.
Sus dos amigas se fueron lentamente. Cuando vieron a Lea se pusieron a correr. Se acercaron a ella y le dijeron todo lo hablado. Lea se quedó con la boca abierta. No podía creer ni una palabra.
Lea llegó a casa y pensó: Lo que importa de verdad, es el interior no el físico. Estaba entre la espada y la pared.
Por otra parte había, Luis. Un niño bastante listo que le pedía a Lea para quedar constantemente. Ella nunca pensó que el amor sería tan complicado. A partir de ese momento se dio cuenta que no importa nada mas que la amistad y por encima de todo la familia.