CAPITULO 6

Lea esperó dos días y por fin era San Valentín. Pero se puso mala y no pudo a asistir al instituto. Después de tres días en la cama, se recuperó. Volvió a clase. Vio a sus mejores amigas y las abrazó muy fuerte. Caminaron hasta la puerta y por el lado de ella pasó Eric con su bicicleta. Los dos se giraron y se miraron. No pasó nada. Lea pensó esperar a " Sant Jordi", una tradición catalana en el que el chico regala una rosa a la chica y la chica un libro al chico. Era un viernes y como ya habían finalizado las clases, como cada semana, fue a casa de Eva acompañada de otra amiga. Hicieron unas crêpes con chocolate. Pensaron en invitar a Alberto y Eric para que comiesen ellos también. Los llamaron. Los dos chicos dijeron que no podían. Lea empezó a mirar cosas de amor y de pareja y así fue como se deprimió, pero por suerte, poco. Lea pensaba en el futuro y no observaba  el presente. Ella se sentía destrozada por varios motivos. No podía creer como habían cambiado las cosas. De pasar a ser muy amigos a ser unos compañeros de clase, hasta desconocidos. No se miraban la cara ni se decían "hola" ni "adiós" cada uno hacía su camino pensando que al final se volverían a unir. Des de su camino veía a la otra persona cada vez mas pequeña. Pero ella no podía jugar con los sentimientos de él y tenía que aceptar que no la quería. Se dio cuenta de la realidad y no de sus sueños y empezó a mirar hacia adelante, no hacia atrás. Supo que nunca amaría tanto, pero él no era el hombre de su vida pero si el único hombre que le había roto el corazón a pedazos. Pasaron los días y Lea se fue acercando más a los amigos de Eric. Hablaba con ellos siempre y él se daba cuenta de que se sentía solo y enrabiado. Entones Eric en un examen aprovechó, la miró con sus ojos tiernos y le soltó una sonrisa. Ella le giró la cara, no quería saber nada más de él. Era difícil pero solo quería pasar pagina a pesar de todo. Se sentía enganyada y muy decepcionada. No sabía la clase de persona que era en realidad, pero había descubierto el verdadero Eric que se escondía. Pero el amor es imparable y no lo vence nada, ni el mismísimo orgullo. Pues Lea aun estaba loca por él.